Por algo fueron mujeres las víctimas de las cacerías de brujas, y no sólo en los tiempos de la Inquisición. Endemoniadas: espasmos y aullidos, quizá orgasmos, y para colmo de escándalo, orgasmos múltiples. Sólo la posesión de Satán podía explicar tanto fuego prohibido, que por el fuego era castigado. Mandaba Dios que fueran quemadas vivas las pecadoras que ardían. La envidia y el pánico ante el placer femenino no tenían nada de nuevo. Uno de los mitos más antiguos y universales, común a muchas culturas de muchos tiempos y de diversos lugares, es el mito de la vulva dentada, el sexo de la hembra como boca llena de dientes, insaciable boca de piraña que se alimenta de carne de machos. Y en este mundo de hoy, en este fin de siglo, hay ciento veinte millones de mujeres mutiladas del clítoris.
E.Galeano.



Fué increible ver a tantas mujeres peleando por algo que no tendría que ni pasar por la cabeza de la sociedad. Escuchar tantas historias de maltrato, de mujeres que fueron violadas por sus maridos, maltratadas y golpeadas.
Violencia no es nada mas física..Escuché algo que me quedo dando vueltas en la cabeza: La marca de una cachetada se va con el tiempo, el dolor de una palabra no. Y lamentablemente hay tantas mujeres que todos los días sufren por estas causas, y son tan pocos los casos que son llevados a los diarios; o peor, son muy pocos los casos que logran salir de la boca de una de las víctimas porque el miedo a decirlo es mas grande que cualquier golpe que les puedan dar.
BASTA de violencia. Las mujeres no son marionetas de nadie.
BASTA de maltrato. Las manos y las palabras, están hechas para otra cosa.