"Duda que sean de fuego las estrellas,
duda que el Sol haga movimientos,
duda que la verdad sea una mentira,
pero nunca dudes que te amo.
¡Oh, querida Ofelia!, soy malo para hacer versos.
No tengo arte para expresar mis penas; pero cree
que te amo demasiado, ¡oh, demasiado! Adiós.
Tuyo eternamente, mi más querida dama,
mientras este cuerpo exista,
Hamlet".