Y salgo.
Pero antes, he abierto violentamente la puerta.
Y antes aún, mi mano crispada ha sido el picaporte, como un ave de presa.
Ya entonces respiraba con esfuerzo.
Y respiraba así momentos antes, al detenerme al fin ante la puerta cerrada.
Y mientras buscaba a grandes pasos una salida.
Porque buscaba una salida.
Y antes de buscarla, la deseaba, la necesitaba.
'No puedo mas' me he dicho, 'Necesito salir, irme de aquí'.
'Esto es el fin', pensaba 'Esto es el fin'.
Oyendo sus palabras, sus silencios, comprendía que, por su parte, todo había terminado.
Me lo anunciaba su mirada ausente, sus gestos apagados.
De pie, ante la ventana, he esperado algún cambio en el timbre de su voz, tal vez una risa repentina que ahuyentara mi miedo.
Porque me había dado miedo su modo de decir: 'Te sentirás mejor, ya lo veras. Y yo también, probablemente'.
Sus largas pausas.
Y antes, mi propia voz diciendo: '¿Por que?.
Una pregunta estúpida, despues de aquellas tres horribles palabras: 'Mañana no vendré'.
Mis largas pausas.
Ir hacia la ventana para esconder la angustia.
Porque tardaba demasiado en responder a mis suplicas, apenas veladas, para un nuevo encuentro, al día siguiente.
Pero, ¿que iba a hacer yo, si la conversación daba vueltas y vueltas en torno al desenlace inevitable?.
Su modo de apartarse de mi.
Ya antes había estado lejos de mi: Caricias lejanas, besos lejanos.
Y aquel retraso inexplicable, inexplicado.
Mi saludo, es verdad, había sido una queja, un reproche.
Aquella entrada suya vagamente jovial, en realidad fría, sin la antigua ansiedad sin casi afecto, siquiera.
Yo ya estaba a punto de salir, de correr en su busca.
Tantas horas allí, sintiendo morir la tarde, alargarse las sombras, acechando ruidos falsamente familiares, esperando.
Llegue temprano al lugar de nuestras citas furtivas.
La cosa ocurrió ayer, ha ocurrido hoy, estará ocurriendo ahora.
Ocurrirá tal vez mañana.


Otaler-José Sanchis Sinisterra-Teatro  menor.

Teatro, que sería mi vida sin vos? Solo una simple vida.