No tengo palabras para enamorarte
 ni quiero que te abras en dos para amarte.
Hoy estoy oscura como un pan de tierra,
viviendo por puro azar, como en la guerra.

Cantan los idiotas, los hijos del sueño;
yo canto en mi propia parte del infierno
la enumeración que no tiene sentido,
que te dice toda mientras no te digo.

El que te ama no te nombra,
corazón de luz y sombra.